Desde el siglo XVIII hasta el XIX surgió en la
Europa de las grandes potencias un afán por el mundo antiguo y la colección de
piezas que procedieran de él. En esta entrada bajo el ejemplo de la adquisición
de los frontones del templo de Afaia en Egina por parte del gobierno de
Alemania (en esta época Baviera), asistimos a tan solo un ejemplo de las
numerosas expoliaciones que se realizaron en estos países (Grecia, Egipto,
Oriente Medio).
El templo de Afaia fue descubierto en 1675
por Jacob Spon y Georg Wheler. Spon malinterpretó a Pausanias confundiendo este
templo con el de Júpiter Helanios. El
siglo XVIII dio lugar a una tendencia de viajes de países que constituían una
gran potencia internacional (Inglaterra, Francia, lo que ahora conocemos como
Alemania y más adelante Estados Unidos). Los estudiantes de las academias,
personas de cierto nivel económico que podían costearse una educación y la
completaban viajando por el Mediterráneo y visitando los lugares donde se
encontraban grandes monumentos artísticos e históricos. Esta serie de viajes
dio lugar al expolio de obras de arte. Las autoridades de los países que sufrían
expolios, en este caso, Grecia no los podían impedir ni juzgar. El estado
griego en esta época era un territorio más débil con respecto a grandes países europeo,
por un lado eran ignorantes acerca de lo que se estaban llevando de sus
yacimientos y por otro, no tenían la autoridad suficiente para evitar esos
expolios. Las grandes potencias hicieron muestra de su poder gracias a esta
serie de robos.
En 1811 un equipo de estudiosos de la
antigüedad procedentes de Inglaterra y Alemania partieron hacia Egina para
tomar medidas del templo de “Júpiter”. Descubrieron de esta manera las esculturas
que formarían parte de los frontones de este templo. Pronto se crearon
distinciones entre estos dos países acerca de cuál de ellos se adueñaría de las
esculturas encontradas, con lo que dos de los miembros de esa coalición
Cockerell y Haller se pusieron del bando de su respectivo país. Acabó esta
disputa en 1813 con la firma de un contrato entre ambos países en el que Alemania
seria la dueña las dieciocho esculturas encontradas y numerosos fragmentos a
cambio de 120.000 marcos que debería pagar a Francia.
Más tarde, en 1901 se envió a una misión arqueológica
por parte del gobierno bávaro a cuya cabeza estaba Furtwängler, la cual descubrió
nuevas estatuas que trastocaron las teorías del siglo anterior. Gracias a este arqueólogo
se descubrió, la existencia de un frontón originario que fue sustituido por el
ya descubierto, así como la inscripción que hacía alusión a la diosa Afaia y
por lo tanto la divinidad real a quién estaría dedicado el santuario.
Luis I de Baviera, dueño pues de las
esculturas del frontón, decidió crear un lugar solemne en las que albergarlas,
creando así la Gliptoteca. Se encargó el proyecto a Leo von Klenze, quien tenía
una visión de “obra de arte total” (“Gesamtkunstwerk”). Con ello, Klenze debía de
pensar no solo en la obra sino en todo su contexto museístico: espacio, edificio,
iluminación, decoración. Aún así las esculturas se colocaron en la sala
aleatoriamente sin el orden que su autor original (el cual desafortunadamente
no se sabe nada) habría dispuesto en el frontón del templo. Además se decidió
proceder a la restauración de las figuras y recomponer las partes que no se
encontraron de tal forma que pareciera como si las hubieran encontrado enteras,
sin ningún tipo de distinción entre lo original y lo añadido. No fue hasta la década
de los 60 cuando se decidieron retirar las partes no originales. La “desrestauración”
duró diez años aproximadamente, y fue entonces cuando se decidió cambiar la disposición
de las figuras y colocarlas según correspondería en su emplazamiento original.
Ambos
frontones cuentan capítulos de la guerra de Troya. En el frontón oriental se cuenta la primera guerra de Troya, episodio protagonizado por Hércules y Telamón. En el occidental se desarrolla
una batalla durante el segundo asedio a Troya. Es de los dos, el mejor
conservado, pero aún así no se ha mantenido en su totalidad, sólo se conservan
once figuras de las trece originales que debió tener.
Imagen superior: frontón oriental
Imagen inferior: frontón occidental
Imagen de la Sala de la Gliptoteca en la que se conservan ambos frontones
Si se quiere obtener más información acerca
de esta entrada, se puede consultar en el siguiente artículo:
FERNÁNDEZ TAPIAS, I.M., El
templo de Afaia en la isla de Egina, Revista
de Clasehistoria [en línea], 15 de Marzo de 2012, [1 y 2 de Marzo de 2016],
http://www.claseshistoria.com/revista/2012/articulos/fernandez-templo-afaia.pdf.
Es interesente la galeria fotográfica de la Gliptoteca del siguiente enlace: http://www.alamy.com/stock-photo/glyptothek-in-munich.html
Ana Ágreda
Pediments of the Temple of Aphaea in Egina
From the eighteenth to the nineteenth century it
emerged in the european potencies an eagerness to the ancient world and
collection of pieces that came from him. On this post, with the example of the
acquisition of the pediments of the Temple of Aphaea in Egina by the government
of Germany (at that time was Bavaria), we are attending just one example of the
many deprivations that were made in these countries (Greece, Egypt, Middle
East).
Afaia temple was discovered in 1675 by Jacob
Spon and Georg Wheler. Spon misread Pausanias and he mistook this temple to
Jupiter Helanios. The eighteenth century led to a trend of travel by countries that
constituted a major international power (Britain, France, what we now know as
Germany and later, the United States). Students in Academies, people with a
certain economic level who could afford an education and completed it traveling
around the Mediterranean and visiting the places where great artistic and
historical monuments were. Those trips resulted in the pillaging of pieces of
art. The authorities of the countries suffering depredations, in this case, Greece
could not prevent nor judge. The Greek state at this time was a weaker
territory concerning large European countries, on the one hand they were
ignorant about what they were taking their sites and secondly, they hadn’t
authority to prevent these depredations. The European potencies did show his
power through this series of robberies.
In 1811 a team of scholars of antiquity from
England and Germany left for Egina to building measurements of "Jupiter"
temple. They discovered the sculptures that formed part of the pediments of the
temple. Soon they distinctions between these two countries about which of them
would take over the sculptures were created, both of two of the members of that
union Cockerell and Haller were placed on the side of their country. He ended
the dispute in 1813 with the signing of a contract between the two countries in
which Germany would own the eighteen sculptures and numerous fragments found
it, but they should pay France 120,000 frames.
Later in 1901 he was sent to an archaeological
mission by the Bavarian government whose head was Furtwängler, which discovered
new theories statues disrupted the previous century. Thanks to this
archaeologist discovered the existence of an original pediment was replaced by
the already discovered and the inscription alluded to the goddess Afaia and
therefore the actual deity who would be dedicated the sanctuary.
Ludwig I of Bavaria, as owner of the sculptures
of the fronton, decided to create a solemn place where you house them, thus
creating the Glyptotek. The project was commissioned Leo von Klenze, who had a
vision of "Gesamtkunstwerk". Thus
Klenze must think not only in the work but at its museum context: space,
building, lighting, decoration. Yet the sculptures were placed in random order
room without the original author (which unfortunately nothing is known) would
have had on the pediment of the temple. In addition it was decided to proceed
with the restoration of the figures and recomposing the parts that are not
found in such a way that it seems as if they had been found intact, without any
distinction between the original and added. It was not until the 60's when they
decided to remove non-original parts. The "desrestauración" lasted
about ten years, and that was when it was decided to change the arrangement of
the figures and place them according correspond in its original location.
Both pediments have chapters of the
Trojan War. At west pediment, the episode starring Hércules and Telamon account.It represent the first Trojan War. In the West, a battle develops during the second siege of Troy. It is the
best preserved, but still has not been fully maintained, we just keep eleven of thirteen original figures that should have been preserved.
If you want more information about this post,
you can see in the following article:
FERNÁNDEZ TAPIAS, I.M., El templo de Afaia en la isla de Egina, Revista de Clasehistoria [en línea], 15 de Marzo de 2012, [1 y 2 de Marzo de 2016], http://www.claseshistoria.com/revista/2012/articulos/fernandez-templo-afaia.pdf.
the following link is very interesting for its photo gallery: http://www.alamy.com/stock-photo/glyptothek-in-munich.html
Ana Ágreda
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