domingo, 6 de marzo de 2016

Frontones del Templo de Afaia en Egina


Desde el siglo XVIII hasta el XIX surgió en la Europa de las grandes potencias un afán por el mundo antiguo y la colección de piezas que procedieran de él. En esta entrada bajo el ejemplo de la adquisición de los frontones del templo de Afaia en Egina por parte del gobierno de Alemania (en esta época Baviera), asistimos a tan solo un ejemplo de las numerosas expoliaciones que se realizaron en estos países (Grecia, Egipto, Oriente Medio).

El templo de Afaia fue descubierto en 1675 por Jacob Spon y Georg Wheler. Spon malinterpretó a Pausanias confundiendo este templo con el de Júpiter Helanios.  El siglo XVIII dio lugar a una tendencia de viajes de países que constituían una gran potencia internacional (Inglaterra, Francia, lo que ahora conocemos como Alemania y más adelante Estados Unidos). Los estudiantes de las academias, personas de cierto nivel económico que podían costearse una educación y la completaban viajando por el Mediterráneo y visitando los lugares donde se encontraban grandes monumentos artísticos e históricos. Esta serie de viajes dio lugar al expolio de obras de arte. Las autoridades de los países que sufrían expolios, en este caso, Grecia no los podían impedir ni juzgar. El estado griego en esta época era un territorio más débil con respecto a grandes países europeo, por un lado eran ignorantes acerca de lo que se estaban llevando de sus yacimientos y por otro, no tenían la autoridad suficiente para evitar esos expolios. Las grandes potencias hicieron muestra de su poder gracias a esta serie de robos.

En 1811 un equipo de estudiosos de la antigüedad procedentes de Inglaterra y Alemania partieron hacia Egina para tomar medidas del templo de “Júpiter”. Descubrieron de esta manera las esculturas que formarían parte de los frontones de este templo. Pronto se crearon distinciones entre estos dos países acerca de cuál de ellos se adueñaría de las esculturas encontradas, con lo que dos de los miembros de esa coalición Cockerell y Haller se pusieron del bando de su respectivo país. Acabó esta disputa en 1813 con la firma de un contrato entre ambos países en el que Alemania seria la dueña las dieciocho esculturas encontradas y numerosos fragmentos a cambio de 120.000 marcos que debería pagar a Francia.

Más tarde, en 1901 se envió a una misión arqueológica por parte del gobierno bávaro a cuya cabeza estaba Furtwängler, la cual descubrió nuevas estatuas que trastocaron las teorías del siglo anterior. Gracias a este arqueólogo se descubrió, la existencia de un frontón originario que fue sustituido por el ya descubierto, así como la inscripción que hacía alusión a la diosa Afaia y por lo tanto la divinidad real a quién estaría dedicado el santuario.

Luis I de Baviera, dueño pues de las esculturas del frontón, decidió crear un lugar solemne en las que albergarlas, creando así la Gliptoteca. Se encargó el proyecto a Leo von Klenze, quien tenía una visión de “obra de arte total” (“Gesamtkunstwerk”). Con ello, Klenze debía de pensar no solo en la obra sino en todo su contexto museístico: espacio, edificio, iluminación, decoración. Aún así las esculturas se colocaron en la sala aleatoriamente sin el orden que su autor original (el cual desafortunadamente no se sabe nada) habría dispuesto en el frontón del templo. Además se decidió proceder a la restauración de las figuras y recomponer las partes que no se encontraron de tal forma que pareciera como si las hubieran encontrado enteras, sin ningún tipo de distinción entre lo original y lo añadido. No fue hasta la década de los 60 cuando se decidieron retirar las partes no originales. La “desrestauración” duró diez años aproximadamente, y fue entonces cuando se decidió cambiar la disposición de las figuras y colocarlas según correspondería en su emplazamiento original.

 Ambos frontones cuentan capítulos de la guerra de Troya. En el frontón oriental se cuenta la primera guerra de Troya, episodio protagonizado por Hércules y Telamón. En el occidental se desarrolla una batalla durante el segundo asedio a Troya. Es de los dos, el mejor conservado, pero aún así no se ha mantenido en su totalidad, sólo se conservan once figuras de las trece originales que debió tener.


Imagen superior: frontón oriental
Imagen inferior: frontón occidental


Imagen de la Sala de la Gliptoteca en la que se conservan ambos frontones


Si se quiere obtener más información acerca de esta entrada, se puede consultar en el siguiente artículo:

FERNÁNDEZ TAPIAS, I.M., El templo de Afaia en la isla de Egina, Revista de Clasehistoria [en línea], 15 de Marzo de 2012, [1 y 2 de Marzo de 2016], http://www.claseshistoria.com/revista/2012/articulos/fernandez-templo-afaia.pdf.


Es interesente la galeria fotográfica de la Gliptoteca del siguiente enlace: http://www.alamy.com/stock-photo/glyptothek-in-munich.html



Ana Ágreda




Pediments of the Temple of Aphaea in Egina


From the eighteenth to the nineteenth century it emerged in the european potencies an eagerness to the ancient world and collection of pieces that came from him. On this post, with the example of the acquisition of the pediments of the Temple of Aphaea in Egina by the government of Germany (at that time was Bavaria), we are attending just one example of the many deprivations that were made in these countries (Greece, Egypt, Middle East).

Afaia temple was discovered in 1675 by Jacob Spon and Georg Wheler. Spon misread Pausanias and he mistook this temple to Jupiter Helanios. The eighteenth century led to a trend of travel by countries that constituted a major international power (Britain, France, what we now know as Germany and later, the United States). Students in Academies, people with a certain economic level who could afford an education and completed it traveling around the Mediterranean and visiting the places where great artistic and historical monuments were. Those trips resulted in the pillaging of pieces of art. The authorities of the countries suffering depredations, in this case, Greece could not prevent nor judge. The Greek state at this time was a weaker territory concerning large European countries, on the one hand they were ignorant about what they were taking their sites and secondly, they hadn’t authority to prevent these depredations. The European potencies did show his power through this series of robberies.

In 1811 a team of scholars of antiquity from England and Germany left for Egina to building measurements of "Jupiter" temple. They discovered the sculptures that formed part of the pediments of the temple. Soon they distinctions between these two countries about which of them would take over the sculptures were created, both of two of the members of that union Cockerell and Haller were placed on the side of their country. He ended the dispute in 1813 with the signing of a contract between the two countries in which Germany would own the eighteen sculptures and numerous fragments found it, but they should pay France 120,000 frames.

Later in 1901 he was sent to an archaeological mission by the Bavarian government whose head was Furtwängler, which discovered new theories statues disrupted the previous century. Thanks to this archaeologist discovered the existence of an original pediment was replaced by the already discovered and the inscription alluded to the goddess Afaia and therefore the actual deity who would be dedicated the sanctuary.

Ludwig I of Bavaria, as owner of the sculptures of the fronton, decided to create a solemn place where you house them, thus creating the Glyptotek. The project was commissioned Leo von Klenze, who had a vision of "Gesamtkunstwerk". Thus Klenze must think not only in the work but at its museum context: space, building, lighting, decoration. Yet the sculptures were placed in random order room without the original author (which unfortunately nothing is known) would have had on the pediment of the temple. In addition it was decided to proceed with the restoration of the figures and recomposing the parts that are not found in such a way that it seems as if they had been found intact, without any distinction between the original and added. It was not until the 60's when they decided to remove non-original parts. The "desrestauración" lasted about ten years, and that was when it was decided to change the arrangement of the figures and place them according correspond in its original location.

 Both pediments have chapters of the Trojan War. At west pediment, the episode starring Hércules and Telamon account.It represent the first Trojan War. In the West, a battle develops during the second siege of Troy. It is the best preserved, but still has not been fully maintained, we just keep eleven of thirteen original figures that should have been preserved.


If you want more information about this post, you can see in the following article: 
FERNÁNDEZ TAPIAS, I.M., El templo de Afaia en la isla de Egina, Revista de Clasehistoria [en línea], 15 de Marzo de 2012, [1 y 2 de Marzo de 2016], http://www.claseshistoria.com/revista/2012/articulos/fernandez-templo-afaia.pdf.

the following link is very interesting for its photo gallery: http://www.alamy.com/stock-photo/glyptothek-in-munich.html


Ana Ágreda

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